Dibujando la música, 2008.

Jódar Miñarro, A. (2011) La sombra de la subjetividad. En A. Jódar Miñarro (ed.) Dibujando la música en el Festival de Música Española de Cádiz. Ediciones VI y VIII. pp.9-11. Granada: Universidad de Granada y Centro de documentación musical de Andalucía.

La sombra de la subjetividad

Después de cuatro años dibujando en los cursos Mapa Incompletos de Recuerdos Sonoros, en los Festivales de Música Española de Cádiz, somos cada vez más conscientes de la relación entre las artes plásticas y la música. De su paralelismo aunque no de su transformación objetiva.
Entre música y dibujo hay conexiones y similitudes que podríamosconcretar y analizar. Ana María Canteras en su investigación sobre los cursos de dibujo en los Festivales de Música Española de Cádiz ( ediciones V, VI y VII), La Línea Compulsiva, analiza de qué manera los artistas tratan en sus dibujos la composición, la estructura, el ritmo, el espacio, la armonía etc. de la música que escuchan: ‘” podríamos de alguna manera, no digo examinar formalmente los dibujos realizados mediante una percepción sonora en este caso concreta, sino a través de ciertos elementos repetitivos en estos dibujos, crear un vínculo entre esa música y el resultado obtenido de ellos a modo visual artístico.
Cuando los dibujantes oyen la música, el hecho de dibujarla es un desafío ya que deben ser capaces de superar el sometimiento al acontecimiento sonoro. Han de atrapar lo que están escuchando y de forma
mágica plasmarlo en un espacio plano y limitado. Podríamos decir que el dibujante, como el compositor, organiza los sonidos que escucha y los relaciona entre sí para formar una totalidad controlada.
El dibujo y la música imaginan espacios tridimensionales para organizar la creación de sus obras. No es cierto que ambos se lean de forma lineal, como los textos de izquierda a derecha.
La música y los dibujos están construidos en planos imaginarios de texturas rítmicas que organizan y dan profundidad a las infinitas formas de la creación artística.
El concepto de “identidad” es importante en todas las artes y por tanto en la música y en el dibujo. Para el arte contemporáneo el artista, su vida e intereses, ha de ser el modelo del que partir para la creación
de la obra de arte, en algunas ocasiones, el modelo llega a convertirse en la obra de arte misma. Para la modernidad el arte ha de reflejar la vida del artista, debe ser la huella de su paso por el mundo. Y no solo
el creador debe identificar su arte con su vida sino que esta misma inquietud es traspasada al espectador.
Cuando un observador mira los dibujos abstractos realizados sobre la música se enfrenta a una acumulación de problemas visuales. De la misma manera que un oyente se enfrenta a una acumulación de problemas acústicos. Problemas que ambos resuelven según sus conocimientos, su herencia cultural y su sensibilidad.

Autora (2014) Festival de música española de Cádiz. Noche en blanco. Fotografía digital.

ShOmberg y Kandinsky (1874-1951) consideraron que la música y la pintura habían llegado a alcanzar por fin el mismo nivel de igualdad.
Durante la vida de estos dos artistas la influencia mutua fue profunda.
La organización de la música por la tonalidad fue considerada por Sh6mberg como un “vicio acústico” que conducía al amaneramiento. Para Kandinsky el objeto era también un “vicio visual” para la pintura. Una mala costumbre.
Durante el siglo XX han existido paralelismos importantes entre música y pintura así como intereses comunes entre músicos y artistas plásticos. Se han relacionado insistentemente las vanguardias y los nuevos movimientos artísticos (informalismo, minimalismo y arte conceptual) con la música de la postmodernidad a partir de los años cincuenta (electroacústica, música aleatoria o música concreta).
Para John Cage, la inteligencia y la visión son suficientes para crear una obra de arte. Para Joseph Beuys arte es lo que una persona dice que lo es.
En la actualidad vivimos una época inquieta con economías en crisis y sociedades que cambian a velocidades considerables. En consecuencia el arte, siempre inquieto, suele reaccionar con rapidez y no quedarse atrás y especialmente en nuestra postmodernidad todo es posible y plural.
Sin embargo el dibujo y la música no están reaccionando con especial rapidez y se están manteniendo al margen de estilos que se empujan unos a otros sin un orden aparente. El atractivo y la supremacía que comparten estas dos formas de arte gracias a sus orígenes intangibles, les permiten mantenerse prudentemente situadas a la sombra de la subjetividad como espacio propio y de privilegio.
Son dos tipos de manifestaciones artísticas que se podrían considerar como remansos de paz de moda en donde los creadores pueden realizar su trabajo abandonándose a la fragilidad del proceso creativo y a la mirada ingenua como valores fundamentales que inician el camino hacia algo nuevo.

Carmen Llorect (2009) [Dibujando la Música. Edicaicón VII] Lápiz de color sobre papel.
Paco Lagares (2009) [Suite andaluza] Tinta china y rotulador sobre papel.
Autora (2008) Festival de música española de Cádiz. Dibujo 1. Acuarela y rotulador de plata.
Lorena Reyes Cabrera (s. f.) [Festival de Cádiz, 1] Técnica mixta sobre papel.
Lorena Reyes Cabrera (s. f.) [Festival de Cádiz, 2 y 3] Técnica mixta sobre papel.
Lorena Reyes Cabrera (s. f.) [Festival de Cádiz, 2 y 3] Técnica mixta sobre papel.